Human Rights Watch (HRW) calificó la reforma electoral de “regresiva” y advirtió sobre los riesgos a los derechos humanos que plantea la propuesta del presidente López Obrador.
En un comunicado, la organización subrayó que “las reformas constitucionales podrían socavar gravemente la independencia de las autoridades electorales, poniendo en peligro la celebración de elecciones libres y justas”.
Según HRW, los legisladores deberían rechazar los cambios propuestos, que violan las normas internacionales de derechos humanos.
“La iniciativa del presidente eliminaría varios controles para preservar la independencia de las dos autoridades encargadas de supervisar todas las elecciones en el país”, señala la organización.
Tyler Mattiace, investigador de México de HRW, señaló que “los cambios propuestos por López Obrador facilitarían que cualquier partido de gobierno coopte a las autoridades electorales del país para mantenerse en el poder”.
“Es alarmante que los legisladores estén considerando una propuesta tan regresiva que socava la independencia de los funcionarios electorales”, dijo Mattiace.
La organización dice que la iniciativa eliminaría todos los órganos y tribunales electorales designados por el estado, que son las autoridades independientes que administran la mayoría de las elecciones estatales y locales, administran las reglas de campaña y resuelven disputas electorales.
“Sus responsabilidades serían transferidas al Instituto Nacional Electoral y al Tribunal Judicial Federal Electoral, quienes se convertirían en los únicos árbitros de todas las elecciones locales, estatales y nacionales en México”, dijo.
Además, HRW dice que la reforma electoral cambiaría la forma en que se designan los consejeros del INE y los jueces de los tribunales electorales, lo que “eliminaría las protecciones diseñadas para garantizar su independencia del gobierno”.
Asimismo, la organización señala que “al reducir el número de organismos encargados de administrar las elecciones, sería más fácil que el gobierno influya en el proceso de selección y esto debilitaría la independencia de las autoridades electorales”.
HRW recomienda que “para proteger el derecho al voto de los ciudadanos, los estados deben garantizar que exista una autoridad electoral independiente que pueda supervisar las elecciones de manera justa e imparcial”.