“La justicia ambiental solamente puede ser trabajada y buscada con justicia social; si no, no hay justicia ambiental verdadera. En estos años en los que hemos estado trabajando en la Ciudad de México, hemos logrado una inversión por encima de los 350 millones de dólares americanos, lo que nos ha permitido, entre otras cosas, que establezcamos 34 millones de plantas, cambiando el esquema de reforestación para que no solamente sean árboles lo que plantamos, sino los distintos estratos de vegetación que nos permitan establecer comunidades vegetales sanas, robustas, que abran verdaderas condiciones a la biodiversidad”, precisó.
Durante su participación, destacó la construcción de 32 humedales al interior de la zona urbana de la capital, con la finalidad de recuperar uno de los ecosistemas más amenazados en el mundo y que en la ciudad fue destruido a lo largo de siglos.
“Hemos buscado un reequilibrio de las áreas verdes en una ciudad que creció tremendamente desigual (…) Hemos construido 16 nuevas áreas verdes que suman mil 500 nuevas hectáreas, justamente en estas zonas más desfavorecidas, en particular en los jardines para polinizadores, que hemos construido poco más de 800, colocando un énfasis en la formación de mujeres jardineras, especialistas en jardines para polinizadores, en jardines para la vida”, agregó.
Robles García destacó que esta transformación ambiental es liderada por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, a quien consideró una mujer ambientalista.
Recordó que durante los años ochenta y noventa, a la Ciudad de México se le veía como una ciudad sin futuro, con los mayores problemas de contaminación del mundo y cerrada a la sustentabilidad. Esa realidad, argumentó, se ha cambiado con esfuerzo que no solamente se traduce en voluntad política y discurso, sino en presupuesto.
“Tiene que ver con la posibilidad, con la fuerza que puede lograrse desde los gobiernos locales, desde los gobiernos subnacionales para lograr la transformación de las condiciones ambientales, de las oportunidades para abrirle futuro a la biodiversidad, a la vida en general”, agregó.
La titular de SEDEMA detalló que la Ciudad de México está dividida, aproximadamente, en un 41 por ciento como zona urbana y un 59 por ciento como territorio de bosques, matorrales, humedales y suelo rural; esta zona representa el 2 por ciento de la biodiversidad del planeta y el 12 por ciento de la biodiversidad del país.
Mencionó que con acciones de preservación de la naturaleza, a las que se suman estrategias para mejorar la movilidad y el tipo de energías con las que se abastece la ciudad, se han logrado reducir las emisiones contaminantes en alrededor de 2 millones de toneladas anuales, una contribución muy importante para la capital y el planeta, que ha permitido que 42 nuevas especies de aves lleguen a este territorio, pasando de 355 a 397.
“Un dato central, justo por la historia que tuvo la Ciudad de México y a la que no vamos a regresar es que, de haber tenido cero días limpios en términos de calidad del aire en los años noventa, en el 2018 había 99 y ahora tenemos 128 días limpios al año”, ejemplificó.
Finalmente, Marina Robles aseguró que la puesta en marcha del Programa Ambiental y de Cambio Climático 2019-2024 ha permitido que la Ciudad de México reciba 11 premios internacionales que reflejan la voluntad, el trabajo y los resultados para proteger y recuperar la biodiversidad.
“Podemos cambiar realidades mostrando que tenemos resultados, que sí podemos abrirle las puertas al futuro, a la biodiversidad, en tanto tengamos voluntad, trabajo, honradez y decisión para hacerlo”, concluyó.
La Estrategia para la Conservación y el Uso Sustentable de la Biodiversidad de la Ciudad de México y su Plan de Acción 2030 puede consultarse en: http://189.204.131.102:8081/