CDMX a 13 de marzo, 2024.- En un giro sorprendente que ha reavivado el interés y las especulaciones en torno a uno de los casos más emblemáticos y controversiales de la historia política reciente de México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha pospuesto la sesión para discutir la posible liberación de Mario Aburto, el asesino confeso de Luis Donaldo Colosio. Aburto, quien ha pasado los últimos años tras las rejas en el Centro Federal de Readaptación Social de Puente Grande, Jalisco, podría ver un cambio en su destino luego de que un tribunal concediera un fallo que cuestiona la duración de su condena.
Este desarrollo llega en un momento crítico, justo cuando la Fiscalía General de la República (FGR) ha identificado a un segundo sospechoso en el asesinato de Colosio, apuntando a un posible encubrimiento y complicaciones en el caso que se creía cerrado. La revelación de Jesús Alberto Chávez Hernández como el posible segundo tirador, y las implicaciones de su conexión con Genaro García Luna, exsubdirector operativo en el Cisen, añaden capas de intriga y complejidad a un caso que ha capturado la imaginación del público mexicano durante décadas.
La sesión de la SCJN, originalmente programada para el 13 de marzo, se ha aplazado sin fecha definida, dejando en suspenso la resolución sobre la liberación de Aburto. Este aplazamiento ha generado un renovado debate sobre la justicia y la verdad en casos de alta relevancia política.
El caso Colosio, que data del asesinato en 1994 del entonces candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, en Lomas Taurinas, Tijuana, ha sido objeto de especulaciones, teorías de conspiración y críticas al sistema judicial. La reapertura del caso por la FGR en 2022 y la identificación de un segundo tirador solo han intensificado estas discusiones, planteando preguntas sobre la posibilidad de una revisión más amplia de las circunstancias que rodearon el magnicidio.