Los científicos descubrieron un cráter en el océano Atlántico frente a la costa de África occidental que podría haber sido dejado por el ‘primo menor’ del asteroide que mató a los dinosaurios hace 66 millones de años.
Bautizado como cráter Nadir, el nuevo elemento oculto bajo unos 900 metros de agua y 400 metros de sedimentos, aún no ha sido estudiado directamente; solo se ha detectado en reconstrucciones del lecho oceánico realizadas mediante ondas sísmicas.
Los investigadores calcularon que el asteroide golpeó el lecho oceánico con una potencia de 5.000 megatones de TNT, y que habría producido una bola de fuego de 10 km de ancho. El impacto habría creado un terremoto de magnitud 7 que podría haber desencadenado una serie de deslizamientos de tierra submarinos, responsables de la formación de algunas olas importantes.