A solo dos horas de la vibrante ciudad de Oaxaca de Juárez, se esconde uno de los tesoros más preciados de la región: Tamazulapan. Este destino, aunque poco conocido, se perfila como un santuario de tranquilidad y bienestar, ofreciendo a sus visitantes una experiencia única en aguas termales rodeadas de la exuberante belleza natural de Oaxaca.
Tamazulapan, una comunidad encantadora y rica en recursos naturales, se ha ganado el corazón de quienes buscan escapar del ajetreo diario y sumergirse en un entorno de paz. Las aguas termales de la zona no son solo un deleite para el cuerpo, sino también para el alma, gracias a sus propiedades terapéuticas conocidas por estimular el sistema inmunitario y aumentar la producción de endorfinas.
Entre los atractivos más destacados de Tamazulapan se encuentran los ojos de agua “Chico y Grande”, dos manantiales de agua azufrada de entrada gratuita que representan la esencia pura de la región con su impresionante belleza natural. Además, los balnearios locales, como Piedra de Agua y Atonaltzin, ofrecen a los visitantes la oportunidad de relajarse en aguas sulfurosas con propiedades curativas, mientras disfrutan de paisajes idílicos perfectos para senderismo, camping y observación de especies.
El Balneario Piedra de Agua, conocido por su hermosa cascada y aguas termales, es un refugio para aquellos que buscan una experiencia refrescante y revitalizante. Por otro lado, el Balneario Atonaltzin, con sus amplias piscinas naturales, es ideal para familias y visitantes de todas las edades.
Visitar Tamazulapan no solo es una oportunidad para disfrutar de sus aguas termales, sino también para sumergirse en la rica cultura y gastronomía oaxaqueña. La comunidad ofrece una estancia lejos del turismo masivo, permitiendo a los viajeros conectar de manera auténtica con la vida local y sus tradiciones.