El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, descartó que el país vaya a sumarse a la alianza comercial entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y pese a las controversias dijo que los enlaces del comercio mexicano deben priorizar a Estados Unidos.
En un momento en que el grupo BRICS traza una expansión, con países como Irán y Argentina interesados en sumarse a la alianza, López Obrador dijo que México tiene que aprovechar su cercanía estratégica con una de las economías más poderosas del planeta, la estadounidense.
En entrevista el maestro en estudios México-Estados Unidos Juan Daniel Garay Saldaña, egresado de la UNAM, para profundizar en los alcances de la postura del mandatario latinoamericano.
Norteamérica, prioridad de AMLO
En comparación con sus antecesores en Palacio Nacional, sede del ejecutivo federal mexicano, López Obrador ha acotado sus actividades políticas fuera del territorio nacional, señala el también profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, y estas acciones han definido como prioridad a Norteamérica.
El presidente, pues, incluso ha conformado como parte de su proyecto de nación la relación comercial y política con Canadá y Estados Unidos, apunta el universitario.
«A pesar de los dimes y diretes en la relación bilateral con respecto a Estados Unidos y Canadá», señala en conversación telefónica.
Además, en el T-MEC, apunta Garay Saldaña, hay una cláusula informalmente conocida como antichina, que consiste en limitar las relaciones comerciales con países que no tengan políticas economías de mercado, en tácita referencia a Pekín.
«Esto, entonces, va dirigido principalmente a China», especifica el docente universitario.
Evitar tensiones con Washington por Rusia
Si bien el presidente López Obrador no ha condenado a Rusia a pesar de la operación militar especial que sostiene en Ucrania desde febrero de 2022, tampoco busca generar un foco de tensión en su relación con Washington mediante el aumento de las cooperaciones entre México y Moscú, evalúa Garay Saldaña.
Así, alzar la mano para sumar a México al bloque BRICS podría ser un punto de desencuentro geopolítico con Washington, pondera.
«Tampoco quiere ponerse tan cercano a Rusia y empeorar la situación con respecto a Estados Unidos», sintetiza.