Desde posiciones diferentes los jefes de gobierno de Japón, Estados Unidos, India y Australia abordaron hoy presuntos riesgos geopolíticos regionales, durante la celebración de la cumbre del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (QUAD) en esta capital.
Así lo expresó en conferencia de prensa el primer ministro nipón, Fumio Kishida, quien enfatizó que sus homólogos de India y Australia, Narendra Modi y Anthony Albanese, respectivamente, junto al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, coincidieron en reforzar la cooperación entre sus países para asegurar un “Indo-Pacífico libre y abierto”
En tal sentido, el compromiso cuadrilateral abarca velar por los principios del estado de derecho, la soberanía y la integridad territorial, además de no permitir cambios forzados y unilaterales del statu quo en esta área geográfica, recalcó.
Kishida mencionó también que, durante los próximos cinco años, las cuatro naciones aportarán alrededor de 50 mil millones de dólares en asistencia humanitaria e inversiones adicionales dentro de la región.
Los esfuerzos coordinados se centrarán en sectores como el espacial, telecomunicaciones, salud y el enfrentamiento a los desastres naturales, precisó.
Asimismo, el mandatario japonés acotó que su gobierno, por el momento, no tiene intenciones de pertenecer a la alianza estratégica militar entre Estados Unidos, Australia y Reino Unido, conocida como Aukus.
Respecto al recién establecido Marco Económico del Indo-Pacífico, Kishida celebró la membresía de Washington y Nueva Delhi, teniendo en cuenta que ninguna de las dos naciones integra otras alternativas similares como la Asociación Económica Integral Regional y el Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico.
De acuerdo con el jefe del Gabinete, la cumbre QUAD de 2023 tendrá lugar en Australia, a petición de su recién electo primer ministro.
En el marco de la reunión de Tokio, los cuatro países acordaron su entrada en la Asociación del Indo-Pacífico para la Conciencia del Dominio Marítimo.
A través de esta iniciativa, los socios persiguen aumentar sus capacidades para proteger sus pesquerías, responder a eventos climáticos y humanitarios, así como frenar las actividades ilegales en sus aguas territoriales y zonas económicas exclusivas.