El aşure o pudín de Noé, como se le conoce en algunas partes del mundo y de sabor característico, textura mantecosa y propiedades nutritivas, es un alimento importante en la tradición culinaria de muchos países del Medio Oriente en especial de Turquía.
Una leyenda afirma que cuando el arca de Noé se posó sobre el monte Ararat al noreste de Turquía, la familia de Noé lo celebró con un plato especial. Como sus víveres eran escasos, cocinaron lo que quedaba (principalmente cereales, frutos secos y similares) junto para obtener un budín, el aşure. Sin embargo, tradicionalmente esta mezcla se prepara el día de Ashura, que señala el fin de la Batalla de Karbala.
Tradicionalmente el aşure se hace en grandes cantidades y se reparte entre amigos, parientes, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, etcétera, sin tener en cuenta las creencias de estos, como oferta de paz y amor. El aşure se hacía y tomaba tradicionalmente durante los meses más fríos del año, ya que es rico en calorías, pero ahora se come todo el año.
A juicio de muchos, estos productos no son frecuentes en postres, pero su combinación da paso a uno de los manjares más deliciosos de la gastronomía a nivel mundial.
En la cultura turca moderna, el aşure es considerado una muestra de diversidad, amistad y unidad.
Cuando un cocinero lo prepara, es costumbre distribuir tazones a tantos amigos y vecinos sea posible. Además de ser distinguido como uno de los platos más antiguos del orbe, diversas fuentes le atribuyen un importante significado espiritual.
Aunque libros, revistas, catálogos y publicaciones culinarias lo afirmen, los turcos no necesitan ningún criterio de expertos para saber de sobra que referirse al pudín de Noé es hablar de su país.
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