El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dio a entender este martes que admite su derrota electoral, aunque sin ser del todo explícito, y desautorizó los métodos de los camioneros que bloquean carreteras y piden un golpe militar frente a la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro, unas 45 horas después de la confirmación del resultado de las elecciones del pasado domingo, rompió el silencio con un breve pronunciamiento de cuatro minutos en el que agradeció los 58 millones de votos que recibió del electorado.
Al manifestarse, no hizo alusión al resultado, no reconoció su derrota ni cantó victoria, ni tuvo el gesto democrático de felicitar al líder progresista, ya proclamado como presidente electo.