En las últimas tres semanas arribaron a las costas sureñas de Italia 15 mil 374 inmigrantes, pese a la reducción en las operaciones de buques de organizaciones humanitarias, según indican datos oficiales divulgados hoy por medios noticiosos.
De acuerdo con un informe publicado este domingo por el diario La Repubblica, se experimenta un incremento en el flujo migratorio por el Mediterráneo, y del total de traslados, “dos de cada tres se realizan con grandes barcos pesqueros partiendo desde el este de Libia”.
Tal situación, subraya esa fuente, pone en evidencia que carece de sentido «la fuerte cruzada del Gobierno contra la flota humanitaria”, pues la misma “en 2022 trasladó a Italia solo a 10 mil 276 personas, de las 93 mil 629 desembarcadas en sus costas».
Un dato que causa preocupación es el total de migrantes irregulares que arribaron desde Libia, los cuales suman este año más de 50 mil, pese a los recién renovados acuerdos bilaterales que incluyen financiamiento italiano para tratar de bloquear las salidas desde ese país norafricano, añade el diario.
El ministro del Interior de Italia, Matteo Piantedosi, afirmó el viernes último en una entrevista publicada por el diario Il Giornale, que “hay que frenar la inmigración ilegal”, debido a que “la situación actual ya no es sostenible para nuestro país”.
En tal sentido, apuntó que “nuestras propuestas son claras: mayor implicación de la Unión Europea, acuerdos con las naciones de origen y tránsito de los migrantes, refuerzo de los canales regulares de entrada, además de mejorar aún más la experiencia de los corredores humanitarios”.
En tal sentido precisó que se estudian nuevas medidas con el objetivo «de enfrentar los flujos ilegales y defender nuestras fronteras”.
El pasado 11 de noviembre el barco humanitario Ocean Viking, con 231 inmigrantes a bordo, atracó en el puerto militar de Toulon, en el sur de Francia, tras 20 días de esperar en el mar Mediterráneo la autorización de las autoridades italianas para desembarcar los mismos en un puerto seguro.
A partir de este hecho se desató un enfrentamiento entre ambos gobiernos, sobre lo cual la ministra de Relaciones Exteriores gala, Catherine Colonna, manifestó que “es una decepción muy fuerte, Italia no respeta el derecho internacional ni el marítimo”.