El pasado primero de agosto en la colonia Galaxia de Amalucan en el estado de Puebla, Andrea Flores de 28 años se volvió parte de la estadística de mujeres que son atacadas con ácido.
Tras la agresión, ya ha iniciado los procesos judiciales correspondientes para recibir justicia por un ataque que no sólo le dejó secuelas físicas sino también psicológicas.
“Yo sufrí un percance en el cual dos tipos se me acercaron. Iban a bordo de una motocicleta, no la pude distinguir, no tengo conocimiento de las placas, ni nada de eso. Desconozco a las personas, porque al arrojarme el líquido, al reaccionar rápido, solo pude taparme el rostro y pedir ayuda, pues sentía que me quemaba”, dijo para Milenio Puebla.
La tragedia tuvo lugar a las 7:30 horas, cuando la joven se disponía a instalar su puesto de pan, dos hombres arribaron al lugar en una motocicleta y le advirtieron que » iba a pagar con lágrimas de sangre pues ellos no jugaban”.
Segundos después, la joven fue rociada con un líquido que le quemaba la piel mientras ella trataba de llegar a su domicilio para ser auxiliada.
La familia de la víctima actuó de manera pronta y la metió a la regadera para enjuagar la sustancia, mientras la joven se encontraba bajo el chorro de agua la ropa se desintegraba gracias al líquido y la piel se le comenzaba a quemar. Tras aproximadamente 20 minutos bajo el chorro de agua el ardor disminuyó.
Posteriormente fue llevada a los servicios de emergencia, ahí se determinó que Andrea tenía quemaduras de primer grado en el rostro, así como daños en las córneas.
La titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Puebla (SSC), María del Consuelo Cruz Galindo, señaló lo ocurrido y aseguró que la secretaría había dado la asistencia necesaria a la víctima.
“Anteriormente me habían amenazado por Facebook. Me mandaban mensajes de que me cuidara, fui a Policía Cibernética pero ya no siguió el caso”, dijo Andrea en entrevista con el medio local Cinco Radio.
Otro de los datos que salió a relucir es que la joven había sido amenazada en redes sociales y acudido con las autoridades, sin embargo, el caso no siguió, por lo que a Policía Cibernética, la Policía Municipal y la Fiscalía General del Estado ya han tomado cartas en el asunto.
La joven tuvo la suerte de encontrarse cerca de su domicilio y poder acceder a una regadera a la brevedad lo que aminoro el impacto de este ácido, a pesar de esto su piel y su visión se encuentran afectadas.
“Así como me pasó a mí le puede pasar a cualquier persona y no hablamos solo de género: hombre, mujer, un niño, le puede pasar a cualquiera. Tomen conciencia de que la sociedad está corrompida, pero no por eso vamos a dejarnos. Hay autoridades que nos pueden ayudar. Entonces, hombres, mujeres, no se dejen violentar por nadie, amenazas; no acepten nada de eso en su vida”, sentenció la joven.