Por Juan Pablo Ojeda
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes que su país tiene “el control total de los cielos de Irán”, en el contexto de una escalada bélica entre Israel e Irán que ha dejado cientos de víctimas y ha encendido las alarmas internacionales.
En un mensaje publicado en la plataforma Truth Social, el mandatario republicano subrayó la superioridad tecnológica de los sistemas de defensa y rastreo aéreo estadounidenses, al asegurar que, pese al arsenal militar de Irán, este “no se compara con lo fabricado en Estados Unidos”.
“Irán contaba con buenos rastreadores aéreos y otros equipos defensivos, y en abundancia, pero no se comparan con los fabricados en Estados Unidos. Ahora tenemos control total sobre los cielos de Irán”, escribió Trump.
“Nadie lo hace mejor que Estados Unidos”, concluyó.
Retorno urgente desde el G7
La declaración del mandatario se dio pocas horas después de su abrupta salida de la Cumbre del G7 en Canadá, donde tenía programadas reuniones bilaterales clave. Trump regresó a Washington en la madrugada del martes para reunirse con su equipo de Seguridad Nacional ante el agravamiento de las hostilidades en Medio Oriente.
Desde el viernes, Israel ha lanzado ataques contra instalaciones nucleares y objetivos militares en Irán, lo que desató una respuesta inmediata de la República Islámica mediante el lanzamiento de misiles hacia territorio israelí.
El conflicto ya ha dejado más de 200 muertos en Irán, incluyendo numerosos civiles, y 24 víctimas fatales en Israel.
¿Estados Unidos, detrás del telón?
Si bien Washington ha negado haber participado directamente en los ataques israelíes, Trump insinuó que la ofensiva pudo haber sido provocada por el vencimiento del plazo que su gobierno impuso a Teherán para cerrar un nuevo acuerdo nuclear. La administración Trump ha sido firme en su postura de sanciones y máxima presión hacia el régimen iraní.
Los analistas internacionales advierten que este nivel de involucramiento y control aéreo, aunque no conlleve un enfrentamiento directo, podría colocar a Estados Unidos en el centro del conflicto si la tensión escala aún más.