Por Juan Pablo Ojeda
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abás Araqchí, tomó la palabra este viernes en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra para denunciar lo que calificó como crímenes de guerra cometidos por Israel, en particular por ataques contra las plantas nucleares iraníes. Araqchí pidió a la comunidad internacional que actúe con urgencia para detener esta “agresión” y exigir responsabilidades.
“El mundo, todos los Estados y mecanismos de Naciones Unidas tienen que mostrar su alarma y actuar de inmediato para detener la agresión, acabar con la impunidad y hacer que los criminales rindan cuentas por las atrocidades perpetradas en nuestra región”, afirmó el canciller iraní ante el Consejo, del que Israel y Estados Unidos se retiraron a principios de año.
El funcionario acusó a Israel de atacar infraestructuras civiles, incluyendo hospitales, centros de salud y hasta el Ministerio de Exteriores iraní, lo que ha dejado muertos y heridos entre sus compatriotas. Además, alertó sobre los riesgos para la salud pública y el medioambiente debido a posibles fugas de radiación por ataques a instalaciones nucleares.
“Vamos a defender nuestra integridad territorial, soberanía nacional y seguridad con todas nuestras fuerzas”, declaró Araqchí, quien posteriormente se reunió en Ginebra con sus homólogos de Francia, Alemania, Reino Unido y la Unión Europea para discutir el futuro del programa nuclear iraní.
Mientras tanto, el embajador israelí ante la ONU, Daniel Meron, criticó la intervención de Araqchí en el Consejo, calificando al gobierno iraní de “régimen radical” y señalando sus violaciones de libertades fundamentales.
Este intercambio se da en un contexto de alta tensión en la región, con la comunidad internacional atenta a posibles nuevas acciones diplomáticas o medidas contra ambos países.